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¿En dónde buscamos al Jesús resucitado?, pregunta el Papa Francisco a los católicos

El Papa Francisco interpeló a los católicos reunidos este domingo en la Plaza de San Pedro para que reflexionen sobre cómo y en qué lugar buscan al Jesús resucitado en este tiempo de Pascua.  

“¿Dónde buscamos al Resucitado? ¿En algún evento especial, en algún evento religioso espectacular o llamativo, únicamente en nuestras emociones y sensaciones? ¿O en la comunidad, en la Iglesia, aceptando el desafío de permanecer allí, aunque no sea perfecta?”, preguntó antes del rezo del Regina Coeli este 16 de abril, Domingo de la Divina Misericordia.

El Papa Francisco aseguró que, “a pesar de todas sus limitaciones y caídas, que son nuestras limitaciones y caídas, nuestra Madre Iglesia es el Cuerpo de Cristo; y es allí, en el Cuerpo de Cristo, donde se imprimen todavía y para siempre los mayores signos de su amor”.

“Sin embargo, preguntémonos si en nombre de este amor, en nombre de las llagas de Jesús, estamos dispuestos a abrir los brazos a los que están heridos por la vida, sin excluir a nadie de la misericordia de Dios, sino acogiendo a todos; cada uno como un hermano, como una hermana”, reflexionó.

Luego, el Pontífice recordó que “Dios acoge a todos”.

Este Domingo de la Divina Misericordia, el Papa Francisco hizo una reflexión sobre el pasaje del Evangelio que relata los dos apariciones de Jesús resucitado a los discípulos y en particular a Tomás, el “apóstol incrédulo” (cf. Jn 20, 24-29).

El Santo Padre reconoció que “Tomás, en realidad, no es el único al que le cuesta creerlo, de hecho nos representa a todos en cierta medida”.

“De hecho, no siempre es fácil de creer, especialmente cuando, como en su caso, uno ha sufrido una gran decepción. Después de una gran decepción, es difícil de creer”, continuó.

Refiriéndose al caso específico de Tomas, el Papa recordó que el apóstol “siguió a Jesús durante años, asumiendo riesgos y soportando penalidades, pero el Maestro fue crucificado como un criminal y nadie lo liberó, ¡nadie hizo nada! Está muerto y todos están asustados. ¿Cómo volver a confiar? ¿Cómo confiar en la noticia de que está vivo? La duda estaba dentro de él”.

Sin embargo, –prosiguió Francisco–, Tomás demostró “que tiene coraje”.

“Mientras los demás están encerrados en el aposento alto por el miedo, él sale, con el riesgo de que alguien lo reconozca, lo denuncie y lo arreste. Incluso podríamos pensar que, con su valentía, merece más que los demás encontrarse con el Señor resucitado”, sostuvo.

No obstante, el Papa señaló que fue precisamente cuando Tomás se alejó y se retiró a su comunidad, que Jesús se aparece a los discípulos por primera vez en la noche de Pascua.