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Iglesia se moviliza para llevar ayuda a poblaciones confinadas por la violencia en Colombia

La Diócesis de Istmina-Tadó ha entregado ayuda alimentaria a las comunidades de Chambacú y Doidó, en el departamento colombiano del Chocó, afectadas por los enfrentamientos de grupos armados que buscan controlar esos territorios.

El Chocó, ubicado en la costa pacífica de Colombia, es uno de los departamentos donde la población sufre las consecuencias de las disputas entre organizaciones armadas, en este caso del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como el Clan del Golfo.

Ambos grupos se disputan el control de la minería ilegal y del narcotráfico, especialmente en la zona rural de los municipios de Itsmina, Medio San Juan, Novita, Sipí y Litoral del San Juan.

“Esta pelea por el dominio del territorio afecta por supuesto, directamente, a todas las comunidades asentadas allí y en los ríos Cajón, Sipí y San Juan, porque ellas viven del pan coger o del trabajo ancestral de la minería”, explicó a ACI Prensa el Obispo de Istmina-Tadó, Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez.

El prelado indicó que estas poblaciones “deben desplazarse a la cabecera municipal de Itsmina, que es una ciudad región”, para proveerse de todo lo necesario para la alimentación, la salud y educación.

Sin embargo, periódicamente los pobladores de estas comunidades no salen de sus viviendas por el temor “de ser víctimas en el caso de un fuego cruzado” entre el ELN y las AGC. Mons. Álvarez Gómez señaló que “cada vez que hay un paro (armado), un confinamiento o hay un desplazamiento”, ambos grupos advierten “que no se hacen responsables de ninguno que, desobedeciendo la orden, transiten por estos ríos” San Juan y Sipí.

Los “paros armados” en el Chocó

Los paros armados en el departamento del Chocó, no son hechos aislados. El 19 de febrero, el Frente Ernesto Che Guevara del ELN decretó la inmovilización de la población civil en los ríos Sipí, San Jorge y San Juan, y en sus afluentes.

El prelado manifestó que, de acuerdo a las alcaldías municipales, en estos cinco municipios hay poco más de 30.000 habitantes.

Recordó que en el anterior paro armado unas 93 personas de Chambacú, en el municipio de Sipí, fueron desplazadas a la comunidad de Negría, en el municipio de Itsmina. Asimismo, otras personas fueron desplazadas de la comunidad de Doidó, en Itsmina, a la comunidad de Noanamá, que es parte del municipio del Medio San Juan.

“Son muchas las comunidades que están siendo allí secuestradas ante estos paros armados”, señaló.

Por ello, la Iglesia se movilizó recientemente para entregar ayuda alimentaria a las comunidades de Chambacú y Doidó.

“Como Iglesia Católica y a través de la Pastoral Social, y con la ayuda de los bancos de alimentos, sobre todo de las ciudades de Bogotá y Cali, nosotros procuramos llegar con una ayuda inmediata en alimentos”, afirmó.

El obispo explicó que tenían todo listo para llevar los alimentos el lunes 19 de febrero, “pero el domingo hubo enfrentamientos en las comunidades del Medio San Juan, allí en Chambacú, Doidó”, lo que impidió que pudieran salir.

Sin embargo, recibieron “luz verde para que pudiéramos hacer esta gestión humanitaria” y el martes por la mañana se dirigieron “con estas ayudas hacia aquellas comunidades, y no sólo de la Iglesia Católica, sino de otras entidades como la Defensoría del Pueblo”.

Mons. Álvarez Gómez expresó que la Iglesia estaría dispuesta a acompañar, si se lo solicitan, una mesa de diálogo que ponga fin a los enfrentamientos armados en el departamento del Chocó, y que tienen como principales víctimas a las poblaciones.

El prelado indicó que en el caso de que “estos diferentes grupos, todos ellos, entren en una mesa de diálogo o de concertación, y si se nos pide el favor como Iglesia, estaremos dispuestos —en lo que nos corresponde como Iglesia—, a mediar, a acompañar”, siendo a la vez la voz de las poblaciones.

“Siempre lo he dicho y me sostengo, y nos sostenemos todos en la diócesis, en que como Iglesia queremos ayudar si se nos pide esa ayuda. Ya lo hacemos en acompañamiento, cercanía a las comunidades”, afirmó.

Sobre las acciones del ELN en el Chocó, el gobierno colombiano informó que llevará este caso a la mesa de negociaciones que mantiene con la guerrilla.

En el caso del Clan del Golfo, el presidente Gustavo Petro dijo que esta organización “no está en ninguna negociación con el gobierno” y que, “si no son capaces de desmantelar sus grupos como hemos solicitado, simplemente serán destruidos por el Estado”.