¿Quiénes fueron los santos Zacarías e Isabel, padres de Juan el Bautista?
La Iglesia católica celebra a San Zacarías y Santa Isabel cada 5 de noviembre.
San Zacarías y Santa Isabel fueron los padres de San Juan el Bautista, quien bautizó a Jesús en el Río Jordán, antes de que Él iniciara su vida pública y predicara a las multitudes sobre el reino de Dios.
Ambos personajes de la Biblia llevaban una vida santa, tenían edad avanzada y sufrían porque no tenían hijos. Él era sacerdote en el templo de Jerusalén, y su nombre significa “Dios se acordó de mí”. Ella, cuyo nombre significa “Consagrada a Dios”, también provenía de una dinastía sacerdotal, y era pariente de la Virgen María.
Los historiadores suponen que vivían en Aim-Karim, a unos diez kilómetros de Jerusalén, y cierto día, según narra el evangelio de San Lucas (1, 11-20) “Zacarías ofrecía incienso en el templo cuando un ángel se le apareció a la derecha del altar de los perfumes y le dijo: Regocíjate, Zacarías, pues tus oraciones han sido atendidas. Tu mujer te dará un hijo; lo llamaras Juan; está lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre y será grande ante el Señor.
-Pero ya somos viejos mi mujer y yo, respondió Zacarías; ¿Cómo saber si es verdad? – Yo soy Gabriel; soy de aquellos que están ante la faz de Dios, respondió el ángel; es Él quien me envía a traerte esta nueva; y para probarte que digo la verdad, quedarás mudo hasta que esto se cumpla”.
Todo sucedió como el Arcángel Gabriel había dicho. Isabel esperó cinco meses antes de anunciar que sería madre, y de su vientre nació San Juan el Bautista.
Ocho días después de su nacimiento, parientes y vecinos se reunieron para circuncidarlo y darle un nombre. Propusieron que se llamara Zacarías como su padre. “No”, dijo Isabel, “se llamará Juan”. “Pero nadie se llama así en tu familia”, le objetaron.
Le preguntaron con señas al padre su decisión y habiendo pedido una tablilla para escribir, Zacarías escribió: Juan será su nombre, y en ese mismo instante su lengua se liberó y se puso a hablar, alabando y agradeciendo al Señor.