5 pasajes de la Biblia para acabar con la ansiedad y el miedo
En las Sagradas Escrituras está el amor que el Creador tiene por cada uno de sus hijos e hijas.
La Biblia es un conjunto de textos inspirados por Dios para conducir a los seres humanos al Cielo; éstos se dividen en Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Y se podría decir que si un común denominador tienen los pasajes de ambos libros, es que en ellos está implícito el amor que el Creador tiene por cada uno de nosotros, sus hijos.
A continuación, te compartimos algunas frases o axiomas de la Biblia que te ayudarán a mitigar la ansiedad y el miedo, emociones negativas que, en este tiempo de contingencia sanitaria, se han vuelto comunes, y en ocasiones pueden llegar a debilitar nuestra fe.
Proverbios 3,5-6
“Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría. En cualquiera cosa que hagas, tenlo presente: Él aplanará tus caminos”.
Josué 1,9
“¿No te he mandado que seas valiente y firme? No tengas miedo ni te acobardes, porque Yahveh, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas”.
“No se inquieten por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión presenten a Dios sus peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.
1 Pedro 5,7-10
“Depositen en Él todas sus preocupaciones, pues Él cuida de ustedes. Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar. Resístanle firmes en la fe, sabiendo que nuestros hermanos en este mundo se enfrentan con persecuciones semejantes. Dios, de quien procede toda gracia, los ha llamado en Cristo para que compartan su gloria eterna, y ahora deja que sufran por un tiempo con el fin de amoldarlos, afirmarlos, hacerlos fuertes y ponerlos en su lugar definitivo”.
“Y poderoso es Dios para bendecirles de mil maneras, de modo que nunca les falte nada y puedan al mismo tiempo cooperar en toda obra buena”.
Mateo 6,31-34
“No anden tan preocupados ni digan: ¿tendremos alimentos? o ¿qué beberemos? o ¿tendremos ropas para vestirnos? Los que no conocen a Dios se afanan por esas cosas, pero el Padre del Cielo, Padre de ustedes, sabe que necesitan todo eso. Por lo tanto, busquen primero el Reino y la Justicia de Dios, y se les darán también todas esas cosas. No se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le bastan sus problemas”.